Cuando mi alma, como una rana, salte a la nada,
la oirán croar, croar toda la noche,
croar arriba y abajo, al este y al oeste,
hasta que el ojo monótono de la luna llore en los pantanos,
hasta que cese el espanto y empiece la eternidad.
Horacio Castillo
Antiguo andaba el hombre por el mapa celeste y celestial
Antiguo andaba.
Saltaba de estrella en estrella.
Escribía en el portón claro de la luna.
En el largo muro de la noche.
Y se cubría de lianas de silencios.
Néstor Groppa
Uno escribe en el viento: ¿para qué las palabras?
Arbol, árbol oscuro. El mar arroja lejos
a los pescados muertos. Que lean a los otros.
A mí con mis raíces.
Gonzalo Rojas